Con la inminente llegada de la Cuaresma, las Imágenes de María Santísima se atavían con los ropajes de hebrea representando el atuendo tradicional judío. Es por ello que durante este periodo de Cuaresma podemos contemplar a nuestra Virgen del Rosario vestida de esta peculiar manera.

Nuestra Virgen del Rosario luce su atuendo de hebrea, es decir,  saya de terciopelo burdeos y manto azul con vueltas blancas. El fajín en seda con la típica raya hebrea que, a juego con este, recorre  el rostrillo que luce la Dolorosa, compuesto a tablas utilizando raso duquesa color beige, con broche con el anagrama de la Virgen María en plata en su pecho, regalo de sus camareras. Luce el aro de estrellas y porta en sus manos la corona de espinas, elemento imprescindible en recuerdo de la Pasión de Cristo.

Vestidor y fotografías: Daniel Sala