Es costumbre que a partir de la Pascua de Resurrección, y en los meses estivales, las dolorosas se vistan de blanco.
Desde el día de ayer podemos contemplar a María Stma. del Rosario en sus Misterios Dolorosos ataviada con saya blanca, manto azul marino, tocado de tul y diadema dorada.
Desde estas líneas, tan solo podemos agradecer una vez más a su vestidor, Daniel Sala, así como a las camareras de Nuestra Madre, el fantástico trabajo realizado.