Queridos hermanos,
En estos difíciles momentos de confinamiento y cuarentena y, especialmente, en este tiempo de Cuaresma, como Hermano Mayor, y en representación de toda la Junta de Gobierno de la Hermandad, quiero dirigirme a vosotros.
En primer lugar, gracias. Gracias a todos por vuestro ánimo y esfuerzo constante, por vuestra fuerza y solidaridad con los demás, por poner buena cara y sonrisas al mal tiempo que tenemos encima y, sobre todo, por la responsabilidad que venís demostrando al quedaros en vuestras casas.
Como digo, es una responsabilidad de todos, debemos estar plenamente concienciados de la necesidad de permanecer en nuestras viviendas, respetando los protocolos de seguridad, salud e higiene, pues solo así, y junto a nuestras oraciones como cristianos que somos, lograremos terminar con la pandemia que asola nuestro planeta.
Asimismo, y pese a las adversas circunstancias e impedimentos derivados de la presente situación, con la cancelación de todo acto público, me enorgullece comprobar que, aún en estos días, nuestra Hermandad continúa plena de vida. Una vida que se transforma en constantes iniciativas que, a través de la tecnología, permiten la interacción y participación de los hermanos entre si y con la Hermandad.
Os animo a continuar en esa línea de actuación y compromiso, tan necesaria para el mantenimiento de nuestra querida Corporación y que nos permite continuar viviendo nuestra Fe en fraternal comunidad.
Y finalmente, hermanos, encomendados a nuestro Padre Caído y a nuestra Madre del Rosario, os ruego una oración diaria por la pronta recuperación de los afectados, por el cese de la enfermedad, por todos aquellos colectivos que, día a día, luchan contra su erradicación, con especial mención al personal sanitario, fuerzas de seguridad y personal de establecimientos de primera necesidad, así como por todos nosotros.
Que Dios os bendiga.
Un afectuoso abrazo en Cristo.
Tomás Ruíz Godoy.
Hermano Mayor.