Compartimos con vosotros el saluda y reflexión que nos hace llegar nuestro Consiliario y Párroco de la Iglesia de San José, D. Vicente Miguélez, ante la llegada de nuestra Salida Procesional del Martes Santo 2022.
Mi saludo personal en este año 2022 a todos los miembros y Junta Directiva de Cofradía de la Caída de Nuestro Padre Jesús y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos.
Rvdo. D. Vicente Miguélez.
Tomamos conciencia del momento que vivimos. Hemos pasado dos años sin poder salir a la calle manifestando la expresión cristiana de la Semana Santa, pero retomamos con ilusión y renovadas fuerzas la exaltación de Cristo, porque las circunstancias que nos rodean, requieren esa expresión.
Nos preparamos para la Semana Santa, como tiempo especial para los cristianos en que se actualiza la memoria de Jesucristo, de su Pasión y de su entrega hasta dar la vida para vencer el mal del mundo y la Salvación de la humanidad. Esta también el deseo de hacer actual su Palabra, que es Buena Noticia entre nosotros en el mundo de hoy.
Una vez más, estamos sacudidos por la guerra. Aunque no sucede tan cerca de nosotros, sin embargo, nos sentimos amenazados porque ha habido voces amenazas de armas nucleares. Y, aunque parecía lejana esa posibilidad, sin embargo, el hecho inimaginable de la guerra en Ucrania, de un país hermano que invade a otro, nos hace pensar que puede suceder cualquier cosa. Nos duele ver sufrir al pueblo de Ucrania, la barbarie de las muertes y refugiados.
Cuando Dios no está, ni mueve el corazón y la mente de las personas, pueden suceder estas cosas. No ha sido suficiente el respeto a las leyes, ni a los organismos internacionales que el mundo moderno se ha dado. Cuando sucede esto nos lleva a pensar, que sigue imperando la Ley del más fuerte, la Ley de la Selva.
Por ello se puede decir que el mundo necesita de Cristo, que propone el respeto a la vida humana, y el “no matarás”. Solo quien respeta a Dios, se siente urgido a respetar la vida de los otros. Las leyes son un bien, pero parece que no tienen la garantía de la paz. Los pueblos y naciones estamos en riesgo cuando no tenemos el respeto sagrado a la vida que impone la persona de Jesús.
Cuando los cristianos sacamos a Cristo a la calle estamos expresando que Él es la fuente de una nueva humanidad, que propone la paz, el respeto a la vida, el amor como forma de vivir. Hoy, el mundo necesita de la paz de Cristo, para que todos los pueblos y naciones respetan la vida y cesen las armas.
Cada Semana Santa tiene la expresión de los sentimientos religiosos hacia Cristo, de gratitud y adoración porque entregó su vida para traer la paz de Dios y el bien de Dios a la humanidad. Al llevarlo sobre vuestros hombros, también estáis mostrando al mundo el camino para un mundo desde Cristo, desde su propuesta que respeta la vida y nos reconoce como hijos de Dios.
Cada momento procesional que vais a vivir puede ser una oración por paz del pueblo de Ucrania y su respeto como nación. Es nuestra manera de colaborar cuando no es posible otra forma. También la oración para que los violentos conviertan su corazón a Dios, y respeten la vida humana. El Papa el miércoles 27 de marzo, en su alocución del ángelus, hacia un llamamiento a las naciones para “abolir la guerra en el mundo”, pidiendo “cancelarla de la historia del hombre antes de que sea ella quien cancele al hombre de la historia”.
Mi deseo para todos vosotros de unos actos de la Semana Santa llenos de frutos de fe, caridad y paz de Cristo para todos.