Según el gran Diccionario de la Semana Santa de Juan Carrero. Leemos que de hebrea:
Es la forma de vestir a las Dolorosas cuando llega la Cuaresma. Se efectúa con ropas de telas lisas de raso de algodón, en color rojo para la saya y azul para el manto. El tocado por lo general de tul blanco, llevando asimismo un cíngulo de tejido listado de vivos colores, tocada con halo o diademas de estrellas.
Para esta cuaresma, María Santísima del Rosario ha sido ataviada a la usanza hebrea, con un tocado de raso realizado a tablas y cruzado a la altura del pecho. En su mano derecha porta pañuelo de encaje de bolillos y en su mano izquierda rosario y corona de espinas.
En esta ocasión su vestidor, D. Daniel Sala, ha prescindido del tradicional aro de estrellas que suelen lucir las dolorosas por esta época y se le ha ataviado con la diadema dorada que suele lucir Nuestra Señora y Madre del Rosario en tiempo ordinario alejándose así de la típica imagen de Dolorosa vestida de hebrea. En su pecho luce cruz de madera y apliques de plateados, donativo de un devoto anónimo de la Santísima Virgen.
Nuestra Virgen permanecerá ataviada de hebrea hasta la semana antes de Semana Santa, cuando será vestida de Reina para ubicarla en su Paso de Palio a pocos días de su salida procesional.
Como siempre, destacar el trabajo del vestidor y camareras de la Virgen por hacer que nuestra Madre luzca siempre así de bella.