Medianoche, como un lamento al alba, un agudo chirrido resuena en la estrecha calleja rompiendo el respetuoso silencio. Las almas se encogen, los corazones se elevan y, por fin, el portalón se abre. El impacto es inmediato, el escenario impresionante. El dulce aroma del incienso, las tintineantes candelas, los suspiros contenidos…el Caído y su Madre del Rosario aparecen ante nuestros ojos. Ya es Martes Santo. Tras un año de espera, entre oraciones y llantos de emoción, Jesús y María nos aguardan para pasear su infinito amor por las calles de Elche.

Aquí, ante las puertas de la Casa de Hermandad, comienza nuestro Martes Santo que culminará, horas después, con la salida penitencial de Nuestros Sagrados Titulares.
Sin duda, este año será especial, por vez primera, Ntra. Señora del Rosario saldrá de su Casa, más guapa que nunca, portada por sus orgullosas costaleras, para llenarnos de esperanza y consuelo con su bendita mirada.

Solo resta que todo salga según lo previsto, como Ellos quieren, como Ellos deciden, y deseando que tengamos una feliz Estación de Penitencia.