El pasado 27 de septiembre, coincidiendo con el traslado de Nuestro Padre Jesús de la Caída a la Basílica de Santa María, donde presidiría el Solemne Quinario en su honor, se realizó la bendición del retablo cerámico conmemorativo de este 150 Aniversario Fundacional.

Como ya anunciamos en su día, el retablo cerámico de 1,50 metros de ancho por 2,6 metros de alto, esta ubicado a 4 metros de altura en la parte izquierda de la fachada de la Antigua Capilla de la Orden Tercera Franciscana. Lo forman un total de 168 azulejos de 15cm x 15cm, de pasta roja de la antigua fábrica de Mensaque (Sevilla), decorados a mano con pigmentos y óxidos naturales en tonos azules y blancos. Sin dudas, el retablo cerámico de temática cofrade de mayores dimensiones de nuestra ciudad.

El retablo muestra a nuestros titulares rodeados por una cenefa repleta de detalles, como veremos a continuación.

En las esquinas de la parte inferior, observamos fielmente reproducidas las hornacinas de la Virgen de la Asunción y San Agatángelo que se encuentran en el Puente de Santa Teresa.

La parte inferior central muestra una panorámica del Puente de Santa Teresa, con la cúpula y el campanario de la Basílica de Santa María al fondo. Esta estampa, que hoy en día es imposible de observar, está basada en una fotografía de la segunda mitad del siglo XIX, años en los que se fundó nuestra Hermandad. En la parte superior, aparece reflejado las advocaciones de nuestros Titulares, Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima del Rosario.

Encontramos en la parte central de la cenefa exterior, dos medallones. El de la izquierda, muestra los años 1864 y 2014. Fecha de creación de la Hermandad y la del 150 Aniversario. El de la derecha, muestra el escudo del 150 Aniversario que fuera diseñado por D. Pablo Ruz.

La parte superior de la cenefa, esta rematada con el escudo de la hermandad.

Por su parte, nuestros titulares están representados con sus mejores galas. María Santísima del Rosario porta la saya bordada en oro sobre terciopelo burdeos de los talleres de Esperanza Elena Caro, corona y porta tres rosarios, uno en cada mano y otro colgando en su cintura; una estampa que sin duda nos acerca a un Martes Santo.
Nuestro Padre Jesús de la Caída aparece ataviado con su túnica bordada, de principios del s. XX, portando la cruz que le tallara D. Manuel Guzmán Bejarano y que porta cada Martes Santo.

Sin duda una gran obra que hará recordar a las futuras generaciones el gran esfuerzo y dedicación con el que la Hermandad celebró estos primeros 150 años de historia.

Sirvan estas líneas como agradecimiento a Dña. Isabel Parente, que entra a formar parte junto a D. José Sánchez Lozano, D. Manuel Guzmán Bejarano, D. Luís Álvarez Duarte o D. Juan Borrero entre muchos otros, del elenco de grandes artistas que con su obra han ayudado a crear el magnífico patrimonio que posee la Hermandad en estos sus primeros 150 años de vida.