El compromiso de cualquier Hermandad del siglo XXI, y por tanto de sus hermanos, sobrepasa el simple concepto del adoctrinamiento de los misterios de la pasión de Cristo que se realizaba antaño. Actividades como la Caridad, el acercamiento de los fieles a los cultos internos, y la formación de la juventud tanto cofrade como apostólicamente, tienen que complementar el fin principal de la hermandad, la realización de la Estación de Penitencia y sus respectivos oficios de Semana Santa.
Para conseguir dichos objetivos y bajo la tutela espiritual de nuestro consiliario, la Hermandad debe disponer de las herramientas necesarias, invitando a todo hermano a participar en los cultos y ejercicios de piedad, haciendo del Martes Santo la culminación de una intensa labor formativa y social de nuestra hermandad.