Desde este espacio nos gustaría hacer llegar la desconocida pero satisfactoria labor del prioste en una hermandad, pues su criterio debe convertirse en una mención al buen gusto en todos los cultos de la hermandad, ya sean internos, como un Quinario o un Besamanos, o bien externos, como la salida procesional.
El grupo de priostía está formado por el Prioste 1º y el Prioste 2º, además de estar secundado por un amplio grupo de cofrades designados por los priostes para llevar a cabo las arduas labores que competen a esta diputación. Entre sus variadas tareas, destaca el montaje de altares de cultos a los Titulares, el vigilar con especial esmero del cuidado de las Imágenes en el Templo así como cuidar el perfecto estado de conservación de los enseres procesionales.
Aunque la labor de la priostía, donde se manifiesta con un mayor esplendor es en el momento de la procesión. Ellos serán los responsables de la preparación y montaje de los Pasos procesionales de Nuestros Titulares, así como de su exorno floral, colocación de candelería, orfebrería, etc.Resumiendo, serán los responsables del estado en el que saldrá a la calle los Pasos e Insignias de la Hermandad.
Para ello, tendrá estrecha relación con el grupo de Albaceazgo, el cuál tendrá el cometido de la limpieza y conservación de todas las insignias que conformen el cortejo procesional, siempre bajo un especial cuidado con los elementos y productos a utilizar, indicados para prolongar la vida de los enseres que conforma el patrimonio de la hermandad.
Es por ello que la priostía es una de las ramas más importantes en una Junta de gobierno, ya que tiene especial relevancia en la “puesta en escena” de la hermandad, ya sea en la calle o en el mismo templo. De este modo, afrontamos el año cofrade con la máxima ilusión de contribuir a enaltecer el culto a Nuestras Imágenes Titulares.