Imágenes con Alma

Talento natural, creatividad, esfuerzo y dedicación constante… pero también gran corazón, humildad, y un don divino que le ha permitido crear durante más de 50 años imágenes procesionales capaces de llegar a lo más profundo de nuestra alma. Hablar de Luis Álvarez Duarte es hacerlo de uno de los imagineros más reputados de la historia  pero también de una persona ligada de por vida a la Cofradía de La Caída por ser el artífice de nuestra Madre de Dios, la Virgen del Rosario, a la que ha dotado de una belleza y esplendor tal que no son pocos los que han quedado absortos ante su dulce mirada.

Algo que a pesar de su veteranía continúa emocionando a un Duarte que reconoce sentirse como “un grano de arena” cuando ve a la gente llorar al paso de las imágenes a las que ha dado vida. “Ver llorar a los fieles no lo paga nadie”, afirmó durante la primera de las charlas organizadas por la cofradía con motivo de su 150 Aniversario Fundacional, que culminará en 2014. ¿Pero cómo se entiende un trabajo artístico como el de la imaginería?

Para este insigne artesano, aparte del talento creativo necesario para obrar un gran trabajo es necesario también volcarse en “cuerpo y alma en la talla de las imágenes. Cariño y amor es lo que siento cuando trabajo”, explicó a los más de cien asistentes que participaron en este acto. El objetivo, prosigue, es que “las imágenes hablen por sí mismas.” Y eso hicieron cuando Duarte mostró en diapositivas parte de su dilatada trayectoria como imaginero, explicando todos y cada uno de los detalles que definen a las imágenes de vírgenes y cristos en las que ha trabajado en estos últimos 50 años.

En el caso concreto de nuestra Sagrada Imagen Titular, la Virgen del Rosario, el tallista aseguró haber “intentado que no se parezca a nada de lo visto hasta ahora, incluyendo mi propio trabajo”; pero algunas de las costaleras de la virgen reconocieron ante él que al ver la imagen, sentían algo extrañamente familiar en ella. Sus ojos, esa mirada, su boca… “La he creado con toda mi alma e ilusión”, solo pudo decir un Duarte que en algunos momentos se mostró muy emocionado recordando también sus malas experiencias en su vida.

Y fueron esos pequeños detalles los que nos demostraron que no solo estamos ante un magnífico imaginero, sino también ante una bellísima persona tocada por un don divino que le ha permitido recrear con gran esmero los rostros de la Madre de Dios y Jesucristo con una pasión y fervor que tocan profundamente el alma. Por eso el concejal de Cultura, Pablo Ruz, no dudó en recordar este momento como algo histórico para la ciudad.

Es un honor tener entre nosotros a uno de los imagineros más grandes de la historia. La nueva Virgen del Rosario es la obra de un grande que nos va a regalar una pieza única en la historia del arte en Elche”, se sinceró el concejal. Además, Pablo Ruz también tuvo palabras de agradecimiento para la Cofradía de La Caída, no solo por hacernos “disfrutar de una noche mágica llena de misticismo como es el Martes Santo”, sino también por trabajar activamente para conmemorar una efeméride tan importante como su 150 Aniversario Fundacional con este tipo de actos.

El Ayuntamiento tiene que estar al lado de una institución tan grande, antigua y con arte como la de la Caída. El 150 Aniversario tiene que ser histórico para Elche.” Y esa es la intención de la cofradía, que en los próximos meses espera seguir deleitando a los fieles y apasionados de la Semana Santa con más actividades de este estilo. Hasta entonces, nos quedará el recuerdo de haber conocido a uno de los imagineros más grandes de la historia y, también a una bellísima persona que nos ha regalado una pieza artística única que todo aquel que lo desee puede contemplar al detalle en la Parroquia de San José.

Alberto Pastor (Responsable de Prensa de la Cofradía)