Como es habitual en los meses de verano, las imágenes de algunas Dolorosas son ataviadas de tonos claros, predominantemente el blanco, utilizado en estos meses estivales en las Dolorosas con un trato familiar y cercano, como para reconfortarlas frente a los gruesos terciopelos y las altas temperaturas. Así podemos contemplar a María Stma. del Rosario una vez pasada la festividad del Corpus-Christi, ataviada con saya y manto de brocado blanca que posee en su ajuar.

Para esta ocasión, se le ha realizado un rostrillo a tablas, con una rica tela de encaje dorado. La imagen, estrena para esta ocasión un pañuelo del S. XIX de encaje bordado donado por sus camareras y en su pecho luce broche, regalo de su vestidor D. Daniel Sala Ruiz.
La Stma. Virgen luce su diadema dorada, y cinturilla calada sobrepuesta encima del cíngulo de hebrea que posee la dolorosa en su ajuar. La dolorosa permanecerá así ataviada hasta el el mes de Octubre, cuando será cambiada para su festividad litúrgica.